Charlas de Vinoteca (IV): Lluís Bassat

Es uno de los publicistas más relevantes del país. Conocido popularmente por su creatividad, sus efectivas campañas y su pasión por el Barça, también es un reconocido enogastrónomo.
No entiende la gastronomía sin el vino “porque juega un papel absolutamente fundamental. Es tan importante lo que se come como lo que se bebe y un vino te permite degustar mucho mejor la comida”, afirma. Así lo ha defendido desde que formara parte de la primera junta directiva de la Academia Catalana de Gastronomía, fundada en 1989.
Bassat disfruta tanto con un vino de toda la vida como con uno nuevo e innovador. “A veces tomo vinos de siempre y a veces pruebo nuevas referencias. Reconozco que soy marquista porque eso me aporta cierta garantía, pero lo primero que tengo en cuenta a la hora de elegir vino es el maridaje, saber qué voy a comer con él. Casi siempre escojo un tinto aunque con algunos pescados o mariscos, prefiero un blanco. Sólo opto por la opción del maridaje en un menú degustación si el restaurante es de mi confianza”.
“Suelo dar segundas oportunidades a los vinos, pero no terceras. En este sentido, la imagen es muy importante y la publicidad actual de vinos puede mejorarse ostensiblemente. La imagen del vino ha evolucionado mucho pero no así su publicidad”.
De acuerdo, pues. Si produjera vino, ¿cómo lo vendería? “De tener un vino de mi propia cosecha, me gustaría que se dijera que es honesto y un poco mejor cada año, si bien el mayor reconocimiento sería beberlo y regalarlo”.
Regularmente compra vino en Bouquet d’Aromes, una bodega en la calle Loreto de Barcelona en la que “siempre” le aconsejan bien. “Cuando estoy en mi casa de Sant Andreu de Llavaneres, en la bodega Montserrat de Mataró”.
Y cuando se le habla de Bodegas Torres, solo tiene palabras elogiosas. “Sigo pensando que hay muchas marcas, pero pocas bodegas. En el caso de Torres conozco también a la familia, por la que tengo un gran respeto y cariño”.
Por Gastronomistas.