Bodegas Torres ha cerrado el ejercicio 2016 con una facturación de 263 millones de euros, igualando la del 2015 que creció un 9%. Las ventas en el 2016 se han incrementado en prácticamente todos los mercados y han compensado la fuerte depreciación de la libra esterlina y la política de reducción de stocks de brandy en el mercado mexicano.
El mercado doméstico, que representa el 29% de la facturación global, ha aumentado un 4% en valor en comparación con el año anterior gracias a la recuperación del consumo y la buena campaña turística. Canarias, una de las plazas tradicionalmente más fuertes para Torres en España, ha registrado un crecimiento del 7% en relación al 2015.
Bodegas Torres continúa reforzando su presencia en la restauración en el mercado nacional. Las ventas de los vinos de gamas superiores han aumentado cerca de un 7% en relación al 2015, gracias, en parte, a los últimos lanzamientos como Esplendor de Vardon Kennett, el primer espumoso elaborado por la familia Torres en Catalunya, y Sons de Prades, un chardonnay procedente de las viñas de Milmanda, en la Conca de Barberà, y al reconocimiento creciente de los grandes vinos de la Antología Miguel Torres.
El auge de la mixología y los nuevos productos pensados para coctelería como el brandy Torres 15 y el pisco El Gobernador, así como los destilados premium de importación, han contribuido al crecimiento de las ventas de la división Torres Master Distillers en España, que han sido un 4% superiores a las del año anterior.
A nivel internacional, los mercados que más han crecido en valor en 2016 en comparación con el ejercicio anterior han sido Chile, Suecia, Rusia, Estados Unidos y Reino Unido. Todas las filiales de Torres han mejorado su facturación en 2016. China se ha visto afectada por un cambio de divisas desfavorable y, a pesar de registrar un incremento del 2% en la moneda local, la facturación en euros ha disminuido un 5% y se ha situado en 33,5 millones de euros. Chile es la segunda filial más importante después de China, con 24 millones de euros de facturación y 200 colaboradores (en la filial asiática, trabajan cerca de 300 personas de las 1.300 que emplea Torres a nivel global).
Bodegas Torres ha invertido 15 millones de euros en 2016, en línea con la inversión realizada en ejercicios anteriores, en la mejora de varias de las bodegas, compra de barricas y adquisición de terrenos en Chile y España, entre otras acciones. En materia de I+D+i, se ha destinado alrededor de 1 millón de euros a varios proyectos, como la recuperación de variedades de uva ancestrales, la investigación de las enfermedades de la madera, el aislamiento y caracterización de levaduras autóctonas y el estudio de técnicas y variedades para adaptar el viñedo al aumento de temperaturas.
La inversión destinada a actuaciones medioambientales y lucha contra el cambio climático representa, como cada año, el 11% de los beneficios. La principal actuación del 2016 en esta materia ha consistido en la ampliación de la instalación de placas fotovoltaicas hasta 18.000 m2 en la principal bodega de Torres en Pacs del Penedès.
Gracias al uso de energías renovables, que ya permiten cubrir el 25% de las necesidades energéticas de esta bodega, y medidas de eficiencia energética, optimización del uso del agua y transporte eco-eficiente, Torres ha reducido sus emisiones de CO2 por botella en un 15,6% del 2008 al 2016 en todo su alcance, es decir de la viña al transporte final.
El objetivo de Bodegas Torres para el 2017 es crecer un 2% en valor, si bien existen grandes incógnitas que pueden incidir en las ventas en sus principales mercados; por un lado, el Brexit del Reino Unido y por otro, los efectos de la política norteamericana en México.