VINO Y GASTRONOMÍA: 4 VINOS PARA TUS ARMONÍAS INVERNALES
“En diciembre, a la lumbre” Porque nuestro vocabulario y refranero popular es tan rico como nuestra gastronomía, nos alejamos de la globalización (y la posibilidad de consumir cualquier alimento de cualquier lugar del planeta) para centrarnos en los productos de temporada locales, que garantizan armonías exitosas con nuestros vinos.
Comida con pimientos asados, patatas y boniatos maridados con Malpastor (DOCa Rioja).
Os presentamos cuatro vinos de Familia Torres con propuestas de maridajes, que también cumplirán con creces con cualquier plato tradicional de invierno.
Clos Ancestral Tinto (DO Penedès):
El Clos Ancestral Tinto, con su perfil varietal expresivo y su crianza que le otorga estructura y complejidad, encuentra su pareja perfecta en platos tradicionales de invierno como la Fabada Asturiana. Este plato, con su combinación de alubias blancas, chorizo, morcilla y panceta, ofrece una riqueza y profundidad de sabores que se alinean con los taninos y la fruta del vino, creando un maridaje que es tanto reconfortante como equilibrado.
La lasaña de berenjena, con su perfil gustativo que mezcla lo dulce de las verduras asadas y lo robusto del queso, complementa a la perfección los taninos redondos y la fruta madura del Clos Ancestral Tinto. La acidez del tomate en la salsa resalta la frescura del vino, mientras que la complejidad de las hierbas y especias en la lasaña se ve realzada por las notas especiadas y terrosas del tinto.
Salmos Vi de Vila (DOQ Priorat):
Salmos, con su carácter robusto y sus notas de frutas maduras y especias, se complementa maravillosamente con cordero asado con hierbas. La carne de cordero, tierna y jugosa, con su sabor ligeramente dulce, se realza con las notas especiadas y la crianza en roble del vino. Las hierbas aromáticas añaden un nivel adicional de complejidad que se entrelaza con la estructura del Salmos, creando un diálogo entre la comida y el vino.
Por otro lado, la caldereta de ciervo, con su carne de sabor intenso y su salsa rica y concentrada, encuentra en el Salmos el compañero ideal. Los taninos del vino ayudan a suavizar la textura de la carne de ciervo, mientras que la profundidad y las notas especiadas del vino se ven realzadas por la complejidad del guiso.
Salmos (DOQ Priorat) marida a la perfección con este arroz de montaña.
Celeste Crianza (DO Ribera del Duero):
Celeste Crianza, conocido por su textura aterciopelada y sus notas de fruta madura y roble, es el acompañante ideal para un estofado de ternera con patatas. El caldo rico y concentrado del estofado, junto con la carne tierna y suculenta, complementa la estructura y las notas de crianza del vino, creando un maridaje clásico que abraza el paladar con cada bocado.
El rabo de toro, con su carne gelatinosa, cocida lentamente hasta que se deshace en la boca, realza las notas de crianza en roble y la estructura tánica del Celeste Crianza. Este maridaje ofrece un contraste de texturas y sabores que es tanto intrigante como delicioso, perfecto para una comida de invierno que calienta el alma.
Celeste Crianza (DO Ribera del Duero) marida a la perfección con este plato de carne.
Malpastor (DOCa Rioja):
Finalmente, Malpastor, con su intensidad y notas especiadas, marida a la perfección con un guiso de jabalí. El sabor intenso y especiado del jabalí refleja la intensidad y las notas especiadas del vino, y los taninos del Malpastor equilibran la riqueza del plato, creando un maridaje que es a la vez robusto y refinado.
Además, el pato asado con salsa de frutos rojos ofrece un juego de sabores donde la riqueza de la carne del pato y la dulzura de la salsa de frutos rojos complementan la intensidad y las notas frutales del Malpastor. La acidez del vino corta la grasa del pato, ofreciendo un maridaje que es elegante y satisfactorio, ideal para una ocasión especial en invierno.
Malpastor (DOCa Rioja) marida a la perfección con esta comida con amigos.
Estos maridajes no solo buscan complementar los sabores y texturas de los alimentos y los vinos, sino que también buscan crear una experiencia gastronómica que sea memorable y reconfortante durante la temporada de frío, donde cada sorbo y cada bocado se realzan mutuamente, dejando una impresión duradera en el paladar.