Familia Torres lanza una colección de añadas antiguas de sus vinos más emblemáticos
Por Laura Conde, periodista
No siempre se tiene la oportunidad de catar añadas antiguas. De esas que por diversos motivos han pasado a la historia de una bodega y, con ella, del territorio que representan y de las personas que las hicieron posibles. Con el objetivo de compartir su legado, Familia Torres acaba de lanzar al mercado Familia Torres Colección Privada, una cuidada selección de añadas antiguas que demuestran el profundo potencial de envejecimiento de algunos vinos de diferentes rincones de Cataluña, cuya complejidad acredita lo inmensamente bien que les han sentado los años. Estos vinos demuestran, además, que son capaces de cobrar una nueva vida cuando cambian de manos y pasan a formar parte del patrimonio sentimental de quienes los beben.
Los vinos que conforman la colección privada lanzada en el 2024
En su primera edición, Familia Torres Colección Privada ha seleccionado cinco vinos emblemáticos de diferentes añadas (del 1989 al 2013), dirigidas a clientes privados, coleccionistas y restauradores de prestigio. Cinco joyas profundamente ligadas al ADN de una bodega decidida a seguir elaborando vinos singulares en fincas históricas, a recuperar variedades ancestrales y a trabajar con mimo las de toda la vida, siempre con la vista puesta en la implementación de prácticas sostenibles.
Waltraud 2012, un riesling que mejora con los años
Este vino debe su nombre a Waltraud Maczassek, artista alemana y esposa de Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres. Fue su suegro, el padre del señor Torres, quien sugirió nombrarlo así en reconocimiento al gran trabajo que su nuera había hecho a lo largo de los años en el mercado alemán. “Es un vino que pretende cambiar la mentalidad sobre el envejecimiento de los rieslings”, explica el sommelier de Familia Torres, Sergi Castro, para quien esta añada “expresa a la perfección cómo debe ser un riesling de guarda”. La añada 2012 fue seca en el Penedès, con un ciclo vegetativo cálido, lluvioso en sus inicios: el combo perfecto para que un vino pueda envejecer con tanta elegancia como lo ha hecho este.
Waltraud 2012, con el estuche de madera de la colección privada. Disponible para comprar aquí.
Milmanda 2012
Este chardonnay monovarietal es una gran expresión de la Conca de Barberà, una región por el que Familia Torres siente especial debilidad. El flechazo de Miguel A.Torres con el Castell de Milmanda, en el municipio de Vimbodí i Poblet, fue instantáneo. “Era como estar en Chablis”, bromea. De la viña que crece a los pies del castillo nace todos los años un excelente chardonnay, aunque la añada 2012 rompió todos los esquemas de sus creadores. “Fue una añada histórica, que demostró que Catalunya puede ser tierra de grandes chardonnays”, señala Castro. Que se lo pregunten a personajes ilustres como Barak Obama, que eligió este vino para su primer almuerzo con el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Milmanda 2012, con el estuche de madera de la colección privada.
Mas La Plana 1989
Es un vino icónico de la bodega, que nació en 1970 y fue el primero en marcar el rumbo hacia la elaboración de grandes vinos de viñas singulares. En este caso, de cabernet sauvignon, una apuesta personal de Miguel A. Torres tras incorporarse al negocio tras estudiar enología en Francia. De esta determinación nació uno de los grandes vinos de España, cuya añada 1989 es una joya de una complejidad extraordinaria: un gran ejemplo de que en muchas ocasiones las decisiones arriesgadas salen bien. También están disponibles las añadas 2007, 2008, 2009, 2012 y 2013. El vino empezó ya pisando fuerte, puesto que en 1979 ganó las Olimpiadas del Vino de París, organizadas por la revista francesa Gault & Millau.
Mas La Plana 2013, con el estuche de la colección privada. Disponible para adquirirlo aquí en varias añadas.
Grans Muralles 2004
Cariñena, garnacha, querol, monastrell y garró son las variedades que dan lugar a este tinto criado durante 18 meses en barricas de roble francés. Es un buen ejemplo de la vocación de Familia Torres por recuperar variedades autóctonas ya extinguidas como la querol y la garró, que, junto con las clásicas, consiguen llevar a la copa tantos y tantos años de tradición vitivinícola en la Conca de Barberà. La añada 2010 demuestra la gran capacidad de envejecimiento de un vino que, a día de hoy, sigue siendo brillante y expresivo. También están disponibles las añadas 2006, 2008, 2010 y 2012.
Grans Muralles 20s12, con el estuche de madera de la colección privada. Disponible para comprar aquí en varias añadas disponible.
Reserva Real 2012
Este coupage entre cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot da lugar a uno de los grandes vinos de Familia Torres, un tinto potente y concentrado que, no obstante, conserva cierta mineralidad característica de los suelos de pizarra. Procedente de un pequeño viñedo de Santa Margalida d’Aiguadolç, su escasa producción lo convierte en un vino muy preciado, que adquiere su máximo esplendor en su añada 2012.
Reserva Real 2012, con el estuche de madera de la colección privada. Disponible para comprar aquí en varias añadas.
Estuche de madera que acompaña las botellas de colección privada.
Todos ellos han envejecido en un lugar muy especial para Familia Torres: Cava Josefa, que debe su nombre a la abuela de Miguel A. Torres. Aquí seguirán envejeciendo otros vinos que hoy son todavía jóvenes y que, gracias a esta colección, tienen un buen espejo en el que mirarse. “Queríamos que saliesen al mercado en un momento excepcional de su envejecimiento. Es muy emocionante poder disfrutar ahora de algunas añadas a las que augurábamos un gran potencial y ver que el tiempo nos ha dado la razón”, señala Miguel A. Torres. Todas ellas se presentan en un elegante estuche de madera de color oscuro, precintado con un sello de lacre y un cintillo donde se indica la fecha de relanzamiento.