El cambio climático acelera su avance

El cambio climático acelera su avance

Por Jose Luis Gallego. Divulgador ambiental (@ecogallego)

Los científicos que siguen la evolución de la crisis climática persisten en alertar de su rápido avance en cada uno de los informes que elaboran. Tanto el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) no dejan de comunicarnos que las temperaturas globales siguen en ascenso y que la velocidad es mayor que nunca. Sin embargo, en su último trabajo de investigación la OMM eleva el tono de alarma y nos habla de un calentamiento global “fuera de lo común” que justifica una “alerta roja”

Los registros anotados por las estaciones meteorológicas mundiales demuestran que el calentamiento inducido por los seres humanos avanza a un ritmo de 0,26°C por década, el más acelerado de la historia. Así, además de ser el año más cálido jamás registrado, en 2023 se establecieron récords “fuera de lo esperado” en el resto de los frentes vinculados a la crisis climática, como el aumento del nivel del mar, la pérdida de hielo antártico y el retroceso de los glaciares, la acidificación de los océanos o los daños ocasionados por los fenómenos meteorológicos extremos, entre otros. 

SOSTENIBILIDAD

Para Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, “lo que vivimos el año pasado va mucho más allá de un sorprendente acelerón en el aumento de las temperaturas. Lo que presenciamos en 2023 es motivo de especial preocupación y debería hacer sonar la alerta roja en el mundo”. Su opinión se suma a la del resto de científicos que exigen un mayor compromiso internacional en la descarbonización de la economía mundial y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

En 2020, el IPCC calculó que el presupuesto de carbono restante para evitar rebasar la frontera de los 1,5°C de calentamiento fijada en el Acuerdo de París era de 500 gigatoneladas (500.000 millones de toneladas) de CO2. Cuatro años más tarde ese presupuesto se ha reducido a menos de la mitad hasta quedarse en tan solo 200 gigatoneladas. A este paso en tan solo tres años nos habremos quedado sin margen.

Mientras tanto el cambio climático sigue pulverizando récords. El servicio de vigilancia climática de la Unión Europea, Copernicus, acaba de anunciar que junio de 2024 ha sido el mes de junio más cálido a escala mundial desde que hay registros, con una temperatura media del aire en superficie de 16,66 °C, lo que supone un aumento de 0,67 °C respecto al período de referencia (1991-2020) y 0,14 °C por encima de la temperatura de junio de 2023, que ostentaba el récord de temperatura hasta ahora.

Si echamos la vista atrás, y según los datos de Copernicus, la temperatura del pasado mes de junio se situó 1,5°C por encima de la media de junio estimada para el periodo de referencia preindustrial (1850-1900), convirtiéndose en el duodécimo mes consecutivo en que la temperatura supera el umbral de los 1,5°C marcado por el Acuerdo de París. 

Por último, la temperatura media mundial de los últimos doce meses, de julio de 2023 a junio de 2024, es la más alta jamás registrada, situándose 0,76 °C por encima de la media de 1991-2020 y 1,64 °C por encima de la media preindustrial de 1850-1900.

SOSTENIBILIDAD

Respecto a las medidas que se deberían tomar para mitigar la situación de emergencia climática que estamos atravesando, y dado que las emisiones procedentes de combustibles fósiles siguen suponiendo aproximadamente el 70 % del total de las emisiones globales de GEI, todos los informes hacen un llamamiento al abandono inmediato del uso del gas, el petróleo y el carbón como fuentes primarias de energía y una transición mucho más acelerada hacia las energías renovables.  

Para el secretario general de la ONU, António Guterres, ha llegado el momento de que las empresas de energías fósiles “inviertan sus enormes beneficios” en esa transición en lugar de hacerlo en “distorsionar la verdad, engañar al público y sembrar dudas sobre lo que está pasando”. En su discurso del pasado Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio), Guterres fue incluso más allá al declarar: “Insto a cada país a prohibir la publicidad de las empresas de combustibles fósiles. Y pido a los medios de comunicación y a las empresas tecnológicas que dejen de aceptar publicidad de combustibles fósiles.”   

En ese sentido todas las esperanzas están depositadas en la próxima cumbre climática (COP29) que tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Bakú, Azerbaiyán.