Los murciélagos, grandes aliados del viticultor

Por Jose Luis Gallego. Divulgador ambiental (@ecogallego)
Los murciélagos desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de los ecosistemas naturales. Pero también son unos excelentes aliados del agricultor en la lucha contra las plagas que afectan a toda clase de cultivos, pues actúan como verdaderos insecticidas naturales. Por ello todas las especies de murciélago, la mayoría de las cuales se encuentra en peligro de extinción, están estrictamente protegidas por las leyes locales, estatales y europeas.
Con más de mil especies diferentes agrupadas bajo el nombre de quirópteros, los murciélagos son en sentido estricto mamíferos voladores. Para conquistar el medio aéreo desarrollaron considerablemente las falanges de los dedos y las unieron con una fina membrana de piel llamada patagio, que se extiende desde el brazo hasta las patas como si fuera una auténtica ala sin plumas.

Murciélagos sobrevolando el cielo
A modo de curiosidad añadiremos que el patagio de los murciélagos es el ‘invento’ de la naturaleza que ha tratado de imitar el famoso wingsuit o ‘traje de alas’, con el que los amantes del deporte extremo practican esta temeraria modalidad de vuelo sin motor.
Por si eso fuera poco, para restarse competencia y enemigos los murciélagos se especializaron en volar de noche, completamente a oscuras. Para ello, al ser prácticamente ciegos, adoptaron un sofisticado sistema de ecolocación que les permite orientarse, evitar obstáculos y detectar la presencia de un mosquito o una polilla a larga distancia. Tremendamente voraces, algunas especies llegan a cazar varios millares de insectos voladores cada noche. Por eso son unos grandes aliados del agricultor.
Hace unos años descubrí lo importante que puede llegar a resultar esa alianza gracias a la crónica de uno de los mayores expertos en murciélagos del mundo: el naturalista estadounidense Merlin Tuttle, fundador de la asociación para el estudio y la conservación de los murciélagos ‘Bat Conservation Internacional’.
Un día Merlin fue a visitar a un granjero que se sentía molesto por una colonia de murciélagos que se había asentado en una cueva cercana a su granja. Volando en gran grupo, las salidas y entradas de aquellos animales cada anochecer para dirigirse hacia sus campos era verdaderamente espectaculares. “Te pagaré lo que quieras –le dijo aquel hombre- pero haz que desaparezcan de aquí esas malditas ratas voladoras o tendremos que mudarnos: mi familia está aterrorizada”.
Cuando llegó a la cueva junto al granjero, el naturalista observó que el suelo estaba cubierto por una gruesa capa de residuos brillantes y crujientes. Alzó la mano llena de ellos y el agricultor abrió los ojos de par en par: eran restos quitinosos de los escarabajos de la patata.
“Los murciélagos se alimentan de ellos –le dijo Merlin, mirando al granjero- tus campos de patatas les sirven de despensa”. “Cuantos calculas que deben comer”, le preguntó el sorprendido agricultor, y el naturalista le respondió: “por el tamaño de la colonia, calculo que unos 50 kilos cada noche”.
50 kilos de escarabajos de la patata cada noche. El granjero empezó a echar cuentas. Por eso su finca era una de las más productivas de la comarca, por eso se ahorraba todo el dinero que su competencia gastaba en plaguicidas, por eso no necesitaba comprar fertilizante (el guano de murciélago es exquisito para las plantas le indicó el naturalista), y por eso pudo acceder al certificado de ‘patatas ecológicas’.
Aquel hombre que quería deshacerse de los murciélagos hizo un cálculo rápido: cada uno de ellos podía valorarse en más de 100 dólares. ¡En aquel momento acababa de nacer el mayor defensor de los murciélagos de todo Arkansas!
Pero los campos de patatas no son los únicos que se benefician de la presencia de este eficaz aliado. Existe un gran número de cultivos que mejoran su rendimiento gracias a los murciélagos, incluido el viñedo.
Entre los insectos voladores que sirven de alimento a los murciélagos está la polilla del racimo (Lobesia botrana): un lepidóptero considerado como una de las peores plagas de la vid. Por eso en muchos viñedos de todo el mundo se procede a la instalación de cajas nido para murciélago. En cada nidal artificial puede instalarse una colonia de más de cien murciélagos, que cada noche pueden llegar a capturar centenares de miles de polillas mientras fertilizan el suelo con sus deposiciones.
Cajas nido instaladas en un árbol dentro de la finca de Familia Torres, ofreciendo un refugio seguro para los murciélagos
Murciélagos: no existe sistema de control biológico de la temible polilla del racimo más eficaz y rentable para el viticultor.