LA CATA DE ESPUMOSOS Y LOS RECONOCIMIENTOS DE VARDON KENNETT
Vardon Kennett, la bodega dedicada a la elaboración de vinos espumosos de alta gama de Familia Torres, ha recibido nuevos reconocimientos internacionales. El certamen Glass of Bubbly Awards 2022, que ha celebrado recientemente su sexta edición en Londres, ha otorgado la máxima distinción a Cuvée Rosé de Mar 2017 en la categoría ‘Sea Breeze’, mientras que Cuvée Esplendor 2015 ha obtenido medalla de oro en la categoría ‘Classic and Elegant’.
Cuvée Esplendor 2015 y Cuvée Rosé de Mar 2017, propiedad de Familia Torres.
Reconocimientos
- El nuevo rosado Cuvée Rosé de Mar 2017 de Vardon Kennett ha coronado la categoría de ‘Sea Breeze’ por sus “notas florales y mineralidad, con un largo final salino” según el jurado, quien lo considera “un perfecto ejemplo de brisa marina”. Presentado en verano de este año, es un espumoso de añada y larga crianza, de producción muy limitada, que se elabora por el método tradicional con la variedad pinot noir procedente de viñedos propios en altura.
Cuvée Rosé de Mar de Vardon Kennett.
- En cuando a Cuvée Esplendor 2015 de Vardon Kennett, ha sorprendido al jurado por su elegancia y frescura, con “sus notas florales, cítricas y de brioche”, que le ha merecido medalla de oro en la categoría ‘Classic and Elegant’. De burbuja sutil y vivaz, se elabora con pinot noir, chardonnay y un pequeño porcentaje de xarel·lo, la uva reina del Penedès.
Cuvée Esplendor 2015 de Vardon Kennett
El nombre de la bodega, situada en Santa Margarida d’Agulladolç, en el Alt Penedès, hace referencia a Daniel Vardon Kennett, un comerciante marítimo inglés, aventurero y emprendedor, que habitó la masía que hoy alberga la bodega y elaboró ahí sus propios vinos a principios del siglo XIX. Los espumosos de Vardon Kennett hacen bandera de esta búsqueda de la libertad y el inconformismo, experimentando con variedades, viñedos de altura y técnicas de vinificación para elaborar vinos de pequeñas producciones con personalidad.
Bodega Vardon Kennett, propiedad de Familia Torres.
La cata de espumosos, con los cinco sentidos
Los espumosos de calidad como Vardon Kennett ofrecen un sinfín de matices que buscan la complicidad de nuestros cinco sentidos durante una degustación. Además, son por su naturaleza y constitución, la clase de vinos que en muchas ocasiones necesitan de un poco de poesía para ser expresados con plenitud y justicia.
A diferencia de los vinos tranquilos, los vinos espumosos no sólo son percibidos al tacto, son los únicos que pueden ser escuchados, una interpelación completa que se ve encarnada en las burbujas que atrapan el gas carbónico, la clave y principal factor diferencial respecto a la cata de vinos tranquilos.
El vino se escucha. El desprendimiento del gas carbónico se percibe fácilmente por el oído. Basta con acercar la oreja a la copa y prestar atención al murmullo continuo y juguetón de las burbujas, que, como decíamos, necesita de cierta creatividad literaria para su descripción. De este modo podríamos referirnos a términos del tipo “tímido”, “discreto”, “efervescente”, “voluble”, “elegante”, “fino”, “grueso” y así, un largo etcétera, dependiendo de las impresiones de cada catador.
Del mismo modo que un vino tranquilo puede ser evaluado a la vista en función de su color, intensidad cromática, brillo y transparencia; los vinos espumosos también se ajustan a estos parámetros, sumándose a ellos las percepciones relacionadas con la espuma y las burbujas, haciendo de la fase visual algo de mayor complejidad.
Servicio del espumoso Esplendor de Vardon Kennett.
Como observamos en esta primera aproximación a las particularidades de la cata de vinos espumosos, el gas es el factor diferencial. Su cosquilleo nos acaricia el paladar y el oído; propulsa nuestro sentido del olfato; lo vemos brillar y permanecer en un constante y poético ir y venir de burbujas. Una interpelación completa a nuestros sentidos que hace de los vinos espumosos vinos memorables que quedan para siempre en el recuerdo.