Como ser un winelover y no morir en el intento

- ¿Tú entiendes mucho de vinos?
- No…. ¡pero sé lo que me gusta!
Toda una declaración de intenciones. Y es que a los wine lovers les gusta presumir de vinos pero no van de expertos. No tienen rasgos comunes que los delaten. Los puedes identificar porque hacen fotos a las etiquetas del vino. Porque tienen monopolizado al sumiller en el restaurante. Sueñan con tener un blog sobre vino que sea su fuente de ingresos porque se gastan un dineral en estar al día de las novedades y catar los clásicos. En la intimidad, los reconoceréis porque tienen más vino que comida en la nevera (y eso que también tienen otra nevera especial para guardar los tintos). Se ponen nerviosos cuando van a las tiendas y no encuentran la añada que buscan. Son capaces de hacer kilómetros para beberse ESA botella. Y lo más importante -que los hace muy poderosos-: no tienen miedo a preguntar porque tienen mucho que aprender (¡y mil ganas de hacerlo!).
¿Qué es ser un amante del vino? No es el que recurre a él por necesidad fisiológica pero tal vez sí tiene un gran componente social. No es un experto pero es bueno catando porque sabe lo que le gusta. Este amor a este líquido divino se ha vuelto popular. ¿Cómo se vuelve uno un wine lover? Aquí tienes algunos de los pasos a seguir:
1) Leer las guías, revistas de vinos y seguir los gurús por twitter para saber qué se lleva e ir con un pedazo de reseña a las tiendas persiguiendo esos vinos increíbles.
2) Ir a las ferias y colarse en las catas profesionales como principal hobby. Preguntar al elaborador qué hace de ese vino algo tan especial. Apuntarse a todas las newsletter del sector… ¡Y leérselas!
3) Elegir restaurantes en función de su carta de vinos y apuntarse a todas las cenas maridajes. Si son cenas con el “wine maker” suma puntos.
4) Hacerse una bodega en casa, compartir esas botellas con tus amigos y sentirte completo.
5) Tener más de seis tipos diferentes de copas y lavarlas siempre a mano.
6) Tener un diario donde apuntar todas las sensaciones de cata en cada copa bebida. A modo de aplicación en el móvil o con la típica libretita que se volverá tu Biblia líquida.
7) Escoger las vacaciones según la región vinícola que te quede por visitar. Incluso apuntarse a podar o vendimiar en las bodegas. ¡Todo por la foto!
8) No dormir, como si fuera las noches de los Óscars, cuando salen las puntuaciones Parker.
9) Celebrar tus meetings, bautizos, comuniones y bodas en las bodegas que destaquen por su arquitectura… y conocer esas que nadie conoce y que están escondidas tras muchas curvas.
Lo que nunca haría un wine lover es:
1) Pedir las variedades internacionales y pasar de las autóctonas.
2) Pensar que el vino cuanto más viejo más bueno y dejar los grandes vinos para que se los beban los nietos.
3) Pensar que el rosado no es un vino de calidad.
4) Servir el tinto a temperatura (ambiente)… de terraza en verano.
5) Los sacacorchos grandes y ortopédicos…. mejor los de camarero, ligeros, cómodos y de doble palanca.
6) Las copas de colores, con florecillas y con el vidrio de culo de vaso.
7) Afirmar: “el vino después de dos días abiertos está más bueno”.
8) Estresarse por encontrar todos los aromas de los que habla la etiqueta.
¡Wine lovers del mundo, uníos! Ahora es vuestro momento: tenéis toda la información que queráis, es difícil encontrar un vino que no esté bueno y podéis intercambiar y compartir vuestra pasión, el vino.
Meritxell Falgueras