4 Países productores que nunca dirías que lo son

Cuando pensamos en las principales regiones del Planeta Vino, es fácil que nos vengan a la mente países de larga tradición vinícola como Francia, Italia, España, Alemania, USA, Australia, Chile o Argentina, entre otros.
Pero nuestro pequeño planeta alberga también a pequeños reductos cuya notoriedad en lo que cultura del vino se refiere, pasa desapercibida.
Sin más rodeos, os presentamos cuatro países productores que nunca dirías que lo son:
1. Eslovenia.
Seamos justos, los vinos eslovenos, si bien son grandes desconocidos entre el consumidor de a pie, siempre han sido apreciados y consumidos en Europa Occidental. Hecho el apunte, veamos las principales regiones vinícolas del país y los vinos que en ellas se elaboran:
Podravje
- La región vinícola más importante del país. La mayoría de los vinos que aquí se elaboran son blancos, de baja graduación y altos niveles de acidez. Las variedades dominantes son: Laski Rizling y la Sipon. También podemos encontrar variedades como la chardonnay, la sauvignon blanc y las tres pinots.
Primorska
- Región costera, disfruta de un clima mediterráneo. Aquí predominan los blancos secos y muy aromáticos y los tintos de cierta robustez. Debido a su proximidad al Friuli italiano, se encuentran variedades tales como la Ribolla Gialla que conviven con variedades locales como la Refosk y la Sauvignonasse. Aunque como en el resto de Eslovenia, las variedades de clásicas de Burdeos exhiben también un muy buen nivel. En especial la merlot.
Posavje
- La región más pequeña pero la más variada y de fuerte influencia francesa en la elaboración de sus vinos. No obstante el producto típico es el rosado Cvicek.
2. Japón
Efectivamente, Japón no es el jardín del edén para la viticultura -(lo es para todo lo demás)- debido principalmente a su situación geográfica y a su peculiar climatología. Pero echando la vista atrás podemos encontrar una antigua relación entre el vino y el país nipón:
- Concretamente, si nos remontamos al s. VIII cuando los monjes budistas extendieron las vides por todo el país. No obstante, la industria vinícola japonesa, entendida como lo hacemos hoy, existe desde 1870 -(¡curiosamente año de fundación de nuestra bodega!)- cuando el gobierno japonés envió a occidente a expertos botánicos y naturalistas para que investigaran nuevos métodos de viticultura y las variedades que mejor rendimiento pudieran ofrecer.
- Pronto se evidenció que las cepas americanas se adaptaban mejor a suelo japonés que las europeas (francesas y alemanas). Sorprendentemente a los japoneses les gustaba la rusticidad de cepas como la Delaware, no apta para los paladares europeos. Si bien su cultivo va en descenso, todavía hoy ocupa una parte importante del total de viñas, solo superada por la Kyoho.
- El resto de las principales variedades plantadas son: Pione, Campbell Early, Muscat Baily y el cruce Neo Muscat (Koshu Sanjaku y Muscat de Alejandria )
Hoy, el número de bodegas va en aumento y podemos encontrar vinos de gran calidad. Grandes firmas niponas se nutren de suministro de variedades francesas con las que elaboran tintos de cabernet y merlot excepcionales.
3. Inglaterra
A priori, en un país tan alejado del ecuador resulta difícil imaginar que las uvas puedan madurar de manera satisfactoria y con volúmenes suficientes para su comercialización… Pero es un hecho… En la alta edad media los viñedos monásticos era muy extensos y productivos, y así fue hasta que Burdeos se incorporó al imperio británico como fruto del matrimonio entre Leonor de Aquitania y Enrique II, cosas de la realeza…
- Inglaterra (y Gales), a día de hoy, es tierra de vinos blancos secos y espumosos. Entre los dos países suman más de 1000ha de viñedos, principalmente repartidas por el sudeste, en los condados de Kent, East y West Sussex, y Surrey.
- Las principales variedades que dan vida al viñedo inglés son la Seyval Blanc, la Reichensteiner, la Müller-Thurgau y la Bacchus (blancas) y las tintas de maduración temprana, Dornfelder y Rondo, con las que se elaboran vinos correctos pero todavía con gran margen de mejora.
- Como hemos visto anteriormente, Inglaterra elabora muy buenos espumosos. De modo que las variedades de la Champaña, chardonnay y pinot noir, también son ampliamente cultivadas.
Algunas bodegas elaboran espumosos fermentados en botella de calidad equiparable al gigante francés.
4. Georgia
La exrepública soviética se suma a los países que reclaman para sí la “invención” del vino… en su descargo, cabe destacar que es aquí donde se han encontrado los vestigios arqueológicos más antiguos y que atestiguan que ya se elaboraba vino en esta zona hace 5000 años…. Da que pensar.
Atención, un dato:
Los georgianos desarrollaron más de 500 variedades diferentes de vides….
Y otro más:
Muchas bodegas siguen elaborando sus vinos utilizando métodos “preclásicos”, fermentado el vino en Kwevri, vasijas de barro cocido enterradas en el suelo, aunque obviamente la industria no utiliza este método para comercializar grandes volúmenes.
- El vino georgiano por excelencia se elabora con la variedad tinta Saperavi. Se trata de un vino dulce (la mayoría, también los hay secos) de taninos expresivos y una acidez refrescante.
- Mtsvane y Rkatsiteli son dos variedades con carácter, también muy populares y cultivadas, así como el dulce y espumoso shampanskoye, ampliamente consumido entre los georgianos.
El potencial vinícola del país es enorme: Uvas de excelente calidad y un clima adecuado. Las únicas barreras para la explosión del vino georgiano son de índole política (en 2006 el gobierno ruso prohibió la importación de vino georgiano) y de equipamiento. La materia prima, el conocimiento y la voluntad, restan intactas.
Fuentes:
El Vino, Atlas Mundial. Hugh Johnson, Jancis Robinson. Ed. Blume
Diccionario Salvat del Vino. Mauricio Wiesenthal. Ed. Salvat